Relatos Cortos

Monothy
- Sigue el  camino de baldosas amarillas-

[se sentía tan sola...]




Érase una vez… 

Un día, una chica llamada Monothy y su gato viajaron a través de un tornado. Aterrizando en un lugar totalmente desconocido para ellos. Como era una aventurera se animó a descubrir lo que le deparaba esa nueva y extraña tierra. Sin embargo, pronto descubrió que sus habitantes eran muy aburridos. Siempre estaban trabajando, y si no estaban trabajando, estudiando. Vivían en un mundo gris donde la monotonía regía el tiempo. Y aquella tierra, a Monothy y a su gato, no les gustó nada. Por lo que en seguida se aburrieron de aquel lugar.

Querían volver a casa pero no sabían cómo. Y Monothy se sentía tan sola... Entonces, apareció su hada madrina y le dijo; ¿Por qué lloras Monothy?- Ella, angustiada le respondió- Quiero volver a casa, pero no sé cómo hacerlo ¡Me he perdido!- El hada le sonrió con ternura.- Entonces, deberías coger tu GPS e ir a ver al Mago.- Monothy lloró aún más fuerte.- ¡No tengo batería!- El hada se echó a reír.- No te preocupes, yo te ayudaré.- Movió las manos con gracia hacia delante y hacía atrás, y de repente un camino amarillo apareció delante de ellas.- Sigue el camino de baldosas amarillas y estas te llevarán a ver al gran Mago de Etnacila. Él te ayudará- La joven asintió y se limpió el rostro de lágrimas. 

Durante su viaje se encontró con muchas personas interesantes, algunas se convirtieron en grandes amigos y amigas, otras la decepcionaron, y algunos intentaron hacerle daño. Estos últimos eran personas envidiosas y que no comprendían la extraña actitud de Monothy, ya que venía de otra tierra y se comportaba de manera diferente a los demás. Así que se limitaban a juzgarla y darle la espalda. Pero con ayuda de los verdaderos amigos, y con su propia fuerza, consiguió afrontar todos los problemas y desventuras que se le presentaron.

Finalmente, el camino de baldosas amarillas le llevó a la última planta de un enorme edificio. Allí encontró al Mago.- Por favor, quisiera volver a casa.-Le imploró al mago. Este se levantó de su silla y le miró fijamente a los ojos.- Antes debes responder a unas preguntas; ¿Para ti qué es “tu casa”?- Monothy estaba confundida por la pregunta del Mago, pero decidió hacerle caso y contestarle.- Es mi hogar, donde está mi familia.- Le dijo ella.- Bien… ¿Y para ti qué es familia? Piensa bien la respuesta.- Le aconsejó y Monothy cerró los ojos. Respiró profundamente. Y volvió abrirlos.

-Familia es… las personas que son importante para mí, que nos cuidamos mutuamente, y nos preocupamos el uno del otro. Aquellas, que sin importar cuándo o cómo, siempre estarán ahí en los mejores y peores momentos.- Entonces, miró a su alrededor, a todas las amigas y amigos que había hecho por el largo camino. Al principio habían sido como veinte o más, pero ahora solo quedaban cinco con ella. Y comprendió, que esas personas también eran su familia, y que siempre había estado en casa.

- Mi casa, mi hogar…. No es ningún sitio en concreto ¿Verdad?. Pueden ser muchos lugares a la vez, o ningún lugar. Ahora lo entiendo.- Dijo en voz alta. El mago asintió satisfecho y le entregó una caja de zapatos. Monothy, al abrirla, halló en su interior unas zapatillas rojas.

-Pase lo que pase. Vayas donde vayas Monothy. Te llevaran a aquellas personas en las que siempre, a su lado, podrás encontrar tu hogar.- Monothy, con lágrimas de agradecimiento en los ojos, asintió con comprensión.- Con ellas nunca más me volveré a sentir pérdida o sola. Porque ahora sé que la gente que me quiere estarán en cada camino que emprenda.

Fin.

-Miss Story-

Comentarios

Entradas populares de este blog

Capítulo 5: Parte 1

Capítulo 2: Parte 2