Capítulo 5: Parte 1

"Feria Medieval"

Aquel día llegamos por la tarde a un pueblo llamado Pobleta de Bellveí, el cual tan solo estaba a media hora de Villa Gaudí. Según me habían estado explicando las chicas, se trataba de una feria medieval que iba recorriendo los pueblos de la zona a lo largo del verano. 

Un recorrido que se empezó a hacer desde hacía ya tres años. Había causado tanto furor que, en todos los pueblos a donde iban, congregaban a miles de personas de todas partes. Lo que era un gran beneficio para los habitantes del pueblo, quienes les daban la bienvenida con gusto. Y hoy le había tocado a Pobleta de Bellveí beneficiarse de dicha feria. La cual ya la consideraban casi como una fiesta más del pueblo. Su popularidad había llegado hasta los oídos de los jóvenes de Villa Gaudí, así que nadie se lo podía perder. 

Las calles estaban llenas de luz y colores llamativos. Pequeños puestos que ofrecían comida y bebida a un precio muy económico. Además de la constante música que había de fondo. No sólo había gente del pueblo y de Villa Gaudí, sino también muchos extranjeros que habían venido exclusivamente por la aclamada feria.

Después de callejear un rato y ver lo que habían puesto en cada zona, llegamos a nuestro objetivo principal; la Plaza Mayor. Seguidamente, junto con las chicas y los dos amigos de Cristina, los cuales nos habían traído en sus coches, lo primero que hicimos fue hacernos con algo para beber. 

Yo no estaba acostumbrada al alcohol así que preferí servirme un poco de sangría. Las chicas sin embargo, pasaron rápidamente al cubata. En la plaza era donde se concentraba el mayor número de jóvenes, pues era donde estaba la orquesta. 

Estábamos bailando alegremente cuando vimos aparecer a Jordi junto a otro grupo de amigos. Entre los que se encontraba también David. Al vernos se acercaron a nosotras para saludarnos. 

- ¡Hola chicas! ¡Estáis muy guapas!- Dijo Jordi en un intento de halagarnos. Yo rehuí de su saludo como a la peste. Aún recordaba lo que había intentado conmigo en la última fiesta.- Estos son unos amigos de la universidad...- Aclaró señalando al grupo con el que iba. 

Mientras el resto iban intercambiando nombres y besos de presentaciones, yo intentaba escabullirme para hablar con David. Nuestras miradas finalmente se encontraron y no pude evitar sonreírle, pero él me giro la cara con la más absoluta indiferencia. Como si no pudiera verme. 

Confundida por su actitud, quería acercarme a él para preguntarle qué le pasaba conmigo. Sin embargo, se fue repentinamente del grupo a saludar a alguien más.